A la izquierda de la llanura llamada Argo en
Mantinea hay un monte que tiene ruinas de la tienda de
Filipo, hijo de
Amintas, y de una aldea,
Nestane. Dicen, en efecto, que junto a esta Nestane acampó Filipo (338 a.C) y la fuente de allí la llaman todavía Filipeo por él. Filipo fue a Arcadia para atraerse a los arcadios y separarlos del resto de los griegos.
Podría pensarse que Filipo realizó mayores hazañas que los reyes macedonios anteriores o posteriores a él. Pero si uno es sensato, no lo llamaría buen estatrego, puesto que violó continuamente los juramentos de los dioses, traicionó los pactos en todas las ocasiones y despreció la fidelidad más que ningún hombre. La cólera de los dioses no llegó tarde, sino antes que a todos los que conocemos. Cuando Filipo había vivido no máss de cuarenta y seis años, se cumplió
el oráculo de Delfos que dicen que le fue vaticinado acecar del Persa:
El toro está coronado, tiene su fin, he aquí el que hará el sacrificio.
No mucho después se vio que esto no se refería al Medo, sino al propio Filipo.
Después de su muerte, un hijo suyo, que era un niño, que había tenido de
Cleopatra, sobrina de
Átalo, y a la madre los dio muerte
Olimpíade llevándolos a rastras a un recipiente de bronce puesto encima del fuego. Algún tiempo después, también mató a
Arideo. La voluntad de los dioses iba a segar de raíz de mala manera también a la familia de
Casandro. Casandro había tenido hijos de
Tesalónice, hija de Filipo, Tesalónice y Arrideo tenían madres tesalias. La historia de Alejandro es igulamente conocida a todos.
Si Filipo hubiera tenido en cuenta el destino de
Glauco el espartano se hubiera acordado en cada una de sus obras del verso:
El linaje de un hombre fiel en los juramento es mejor en el futuro.
me parece a mí que un dios no sin razón habría extinguido al mismo tiempo la vida de
Alejandro y la supremacía de los macedonios.
Pausanias, Descripción de Grecia, VII, 7, 4.